viernes, 27 de noviembre de 2009

¿Qué pasa si me rebelo y digo que no quiero olvidar? Que no quiero sacarte de mí, de mi mente, de mi corazón, de ningún lado. ¿Qué pasa si te digo que, aunque sufra toda mi vida, quiero al menos tener la esperanza de alguna vez poder volver a estar con vos? ¿Qué pasa? Si de todas maneras te voy a amar y extrañar hasta el cansancio, ¿qué diferencia hay?
¿Qué pasa si hoy digo que, sin importar lo que pase, cuánto tiempo pase, cuántas vidas pasen, cuántos milenios pasen; yo voy a estar acá para vos? ¿Qué cambia? ¿Cambia algo, más allá de mi consciente imprudencia? No, no cambia. El cambio tiene que ser interno, y no estoy dispuesta a cambiar. No tengo ganas de dejar de amarte, no quiero dejar de hacerlo por mucho que duela. Porque amándote fui feliz en un momento.. ¿y qué pasa si nunca más vuelvo a serlo? Este milagro no puede pasarle dos veces a la misma persona..

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