sábado, 17 de julio de 2010

Igual que la dulce amargura, era la acidez entre los labios. El primer beso de la relación marca su destino y su fin.
El primero, pasional, apurado, desesperado, sorpresivo. Así fue.
El otro primero, salado y ácido, inesperado, adictivo, juguetón, repetitivo, encubierto, disimulado y, sobretodo, misterioso y lleno de dudas y preguntas. Y también así fue.

Dos primeros besos, dos relaciones..






Inolvidables.

No hay comentarios: