martes, 7 de diciembre de 2010

La frase.

Y todo siempre se remite a una frase que me dijo mi papá hace mucho tiempo. Tanto que, probablemente, ni él se acuerde a esta altura pero que a mí me quedó grabada. Es de esas frases certeras que él suele decir de vez en cuando y que a mí me llegan, por su simplicidad y veracidad. Una de las que recuerdo siempre y que me ayudan mucho es "el éxito en la vida consiste en aprender a esquivar boludos". Cierta, muy cierta. Pero no, no es esa de la que estoy hablando en este momento. La que salió justo ahora, mientras hablaba con una amiga de su corazón roto era esta: "hay dos amores que nunca se olvidan: el primero y el último". Y, papá, yo no sé quién fue tu primer amor y tampoco estoy muy segura de si mamá fue el último, porque sé que somos personas y a veces quisiéramos que fuera la mente la que elige, pero lo hace el corazón. Y yo te perdono ciertas cosas, a pesar de no estar muy segura de ellas. Pero por hoy, solamente por hoy, prefiero pensar que mamá es tu último amor.
Y, debo confesar, que tampoco estoy muy segura cuál fue mi primer amor y cuál fue el último. O, en realidad, si ambos son la misma persona o no. Llegó un punto en el cual los recuerdos se fusionaron entre las últimas dos personas que tuve en mi vida, así como los sentimientos. Las respuestas a algunas preguntas son fáciles: ¿Por cual sentí más cosas?. Pero hay otras, del estilo de ¿por qué no puedo alejarme del todo de ambas? que me dejan intrigada. O la de ¿por qué me vivo poniendo constantemente celosa de que ella esté con otras personas? o ¿por qué a veces me generan esos sentimientos y otras es como si no hubieran existido?.
Y se me confunden las dos y llega un momento en el cual no puedo pensar en una, sin pensar en la otra. En el cual, por lo menos en un momento del día, se me cruza una imagen, seguida de otra atrás. Son mi pasado, las dos, y son mi presente cada día de mi vida también. Y es así, la foto mental siempre tiene el mismo orden, siempre es una e, inmediatamente después, la otra. Exactamente en el orden inverso en que estuvieron en mi vida pero, ¿por qué será que no puedo dejar de ligarlas?¿Tan vinculadas estábamos las tres que no puedo separarnos?. Y la gran pregunta que me intriga aún más que todo el resto, ¿cuál de las dos fue más importante para mí?



Papá, ayudame, ¿de cuál es que no me voy a olvidar nunca más en mi vida? 

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