Te preguntarás qué se siente ser ella, y yo te respondo como el ave que vuela, se siente el miedo a la potencial caída y la libertad de la extensión del azul cielo más allá de mis alas, la ceguera al atravesar lo desconocido de una nube y la alegría de ser única siendo exactamente igual al resto.
Como la bruja de abril, manejo como un títere las cuerdas de mi propio recipiente y, te pregunto: si yo estuviera cerca de tu ventana, ¿qué estarías haciendo?¿me mirarías?¿me hablarías?¿me sonreirías?. ¿Me reconocerías?. Y si vos fueras un pájaro apoyado sobre el alféizar de la mía, ¿intentarías hablarme?¿me piarías e intentarías comunicarte o simplemente dejarías que vos seas para mí una más entre tantas otras?.
Y si de esa hermosa ave pasara a tu persona podría saber lo que pensás, lo que sentís, quién sos. Podría conocerte aún más. Podría todo eso, así como podría manipular tus pensamientos y emociones para lograr cualquier cosa que yo quisiera. Y, he aquí la cuestión... ¿quiero eso?. No, no lo quiero. Pero, si vos pudieras meterte en mi cabeza, ¿aprovecharías para leer cada uno de mis privados pensamientos? ¿querrías saber qué es exactamente eso que no digo?. Porque así es el humano, siempre insiste en conocer de la otra persona precisamente aquello que no se pronuncia sin pensar que la ausencia de la voz en esas palabras puede llegar a tener una razón, una razón tal vez dañina para ambas almas.
Y es por eso que, a pesar de ser la bruja de abril, no hurgaría en tu intimidad, no intentaría penetrar tus insondables pensamientos sin tu consentimiento, nunca. Y todo terminaría exactamente como con la bruja de Bradbury y con el libre albedrío que eso implica.
"Esta soy yo y acá estoy. Si querés conocerme, buscame."
2 comentarios:
A veces queremos conocer lo que la otra persona nos quiere silenciar, para ahorrarnos el dolor al momento de descubrirlo
Me encanto la ultima frase!! si queres conocerme, buscame!! Guaauu!
Un beso grande..
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