Show me love.

Yo sé que fue completamente asqueroso y por eso creo que, en algún punto, rompí un poco más esa distancia que pongo yo entre lo que soy verdaderamente y lo que digo que soy. Me viste en uno de mis peores momentos y nadie, nadie me había visto así. Ese momento de total decadencia, ese momento que siempre elegí para estar sola y que esta vez dejé que presenciaras, en el cual una cree que no va a ser atractiva para nadie a menos que la persona esté completamente loca -como lo estás vos, claro-. Fue extraño y a la vez fue lindo, sumamente contradictorio. Acababa de hacer el ridículo enfrente tuyo y estaba contenta por eso, porque no te habías escapado así como no te escapaste tampoco después de la discusión que tuvimos.
Todo esto se siente distinto, porque sos una persona completamente distinta. Sos todo aquello a lo que alguna vez en mi vida le escapé y acá estoy, cada día menos huidiza. Y me gusta lo distinto, porque, por primera vez, no sé qué hacer y cómo reaccionar. Porque no tengo el control y me encanta no poder manejar lo que me pasa, finalmente. Tanto tiempo asustada de lo desconocido y de aquel mundo que no me pertenece y ahora que estoy metiéndome de a poquito de tu mano, lo disfruto. Sé que, de alguna manera, esto me (nos) va a llevar a algo que nos va a hacer mejor a las dos, mejor de lo que alguna vez lo hizo nuestro pasado.
Ya me lo dijo Kero ayer, repitiéndome algo que yo le dije meses atrás:

"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo".