- Hola, ¿cómo estás? Pará, pará, ¿actualizando vos?¿tan temprano?¿qué hacés levantada a esta hora escribiéndome?
- De a una pregunta por vez, ¿te parece? Estoy de buen humor malo, sabelo. Me levanté temprano al reverendo pedo.
- ¿Explicaciones? Te hice como cuatro preguntas ahí arriba.
- Sí, sí, perdón, a eso iba. Pasa que sabés que me encanta crear suspenso.
- Seh. Hablá, dale.
- Bue, no me apures que si no, entre que no actualizo y escribo unas cosas de mierda, me quedo sin lectores.
- True enough, pero dudo que un poco de suspenso te salve, a esta altura.
- Lo sé, pero dejame gozar de no largar fácilmente la explicación.
- ¡Al asunto!
- ¡Okay, okay! Es uno de esos días en que el mundo -y tu voluntad- conspiran para que no cumplas con tus obligaciones. Hice todo como se debía hacer, me levanté a la hora que me tenía que levantar, me cambié, elegí ropa abrigadita para aguantar el día y fui a la parada de colectivo a la hora estipulada porque ya más o menos sé a que hora tiene que venir el colectivo.
- ¿Y?
- No vino.
- ¿Cómo que no vino?
- No, no vino. Estuve como cuarenta minutos esperando en la parada a que se dignara a aparecer el 133 de ycuarto/ymedia/menosveinte y no apareció. Eran menosdiez/menoscinco para que empezara la clase y todavía no había aparecido y se estaba juntando una multitud esperándolo. A la media hora ya nos sentíamos todos como la hinchada de boca, esperando algo que nunca iba a llegar.
- Aplica totalmente, y además todos querían cagar a trompadas a alguien, en este caso, al chofer.
- Seh. Así que bueno, hice de tripas, corazón y acá me ves. Me volví.
- Ah, ya veo. ¡Que sacrificada! Supongo que ahora aprovecharás que te levantaste temprano y te pondrás a estudiar y al día con la facu, que estás re atrasada.
- Sí, claro. Obvio que lo hago.. pero después de una siestita.
- ¡Ja! ¡Típico!
- Bueno, che. Hay que dormir alguna vez y hoy que es un día que puedo porque terminé faltando cuando yo me moría de ganas de ir, ¿por qué no?
3 comentarios:
¿Tu blog te tutea? Wow... el mío hace que lo llame Doctor Fernández...
Ah, y el 133 me dice que te mande cariños...
Mi blog me tutea y me twittea aunque no tenga twitter. =P
El 133 se puede ir a freír churros, y de paso traerme un par, que bien me los debería.
Me quedé pensando, ¿por qué Doctor Fernández? o.O
Tu blog es un confianzudo bárbaro... es más, es casi descarado...
Churros no hya,¿te van croquetas de papa? El 133 me trajo 3 docenas... son caseras...
Y mi blog tiene fetiches raros. Le gusta que le digan Doctor Fernández y lo golpeen con un Clarín del domingo enrollado...
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