Hace mil años dije que me encantaba mojarme con la lluvia, siempre y cuando, estuviera volviendo a casa de algún lugar. Okay, hoy es el día en que me trago mis palabras y las digiero. Volver del centro a las once de la noche con lluvia no es moco de pavo (digo yo, ¿de dónde salen esas frases?). Salir a empaparse de un bar con nombre irlandés a dos cuadras de la Plaza de Mayo para llegar caminando hasta 9 de Julio para tomarse un colectivo logró que me mojara bastante, dada a la copiosa cantidad de agua que se precipitaba desde los cielos. Esperar al señor colectivo guarecida bajo una pequeña, pequeñísima, minúscula parada que, además, compartís con tu amiga y un tipo equis más estuvo bueno sólo por mi amiga. Subirse al señor bondi y no poder moverse de lo mojada que estaba y tener que viajar así no ayudó para nada. Y bajarse a la hora del señor colectivo y notar que no se tiene ni un mísero peso en el bolsillo como para pagar un taxi por sólo diez cuadras fue una decadencia total.
Sólo me quedó la opción de caminar hasta la parada y esperarlo ahí, rogando que ese arbolito enclenque pudiera frenar un poco el agua, dado que todo el resto de la gente ya se había parapetado debajo de absolutamente todo techo existente en las cercanías.
Pero finalmente, acá estoy, recién duchada y calentita en mi cama escribiendo esto.
Voy a tener que reformular la frase, debo decir, no creo que me quede otra: me encanta mojarme con la lluvia, siempre y cuando, esté volviendo de algún lugar y el mencionado lugar, quede a quince minutos o menos de una ducha calentita.
3 comentarios:
Nahhh...
¡La lluvia siempre es linda! Se lo dice quien, ayer también, no tuvo mejor idea que caminar desde el Malba hasta Santa Fe bajo la lluvia (lenta y mansa, diría Benedetti, pero no era ni lenta ni mansa, la verdad).
Mi religión me prohibe el uso de paragüas.
Saludos!
Jajajaja!!! Genial!!!
Gabriela: Creo que en eso diferimos, la lluvia es linda dependiendo de mi humor del día y ayer estaba demasiado lejos de casa como para que me agradara demasiado. ¡Gracias por pasar!
María Pena: ¡Me alegro que te haya gustado!
Publicar un comentario