Es la transición. Es el final de una etapa de alrededor de cinco años. Es la sensación de sentir el final de algo acercándose y es la mezcla entre el pánico y la ansiedad de que pase. Es aventura a la vuelta de la esquina, anunciándose. Y ésa es la cosa: ¡la aventura no tiene que anunciarse!¡la aventura tiene que aparecer! De improviso, por sorpresa, de la nada. Pero no, mi aventura tarda en venir, me avisa con antelación y me dice que me vaya preparando. Pero, ¿cómo se prepara una para una aventura?¿qué hago?¿con quién hablo? No, no se suponía que fuera así. Aunque no sé cómo debería haber sido tampoco. Al menos de esta manera puedo prepararme, aunque sea, para no tener idea de cómo manejarme.
Y ya no hay más, ya se acaba, ya se termina. Ya veré qué pasa, ya veré quién soy en esa nueva etapa. Ya veré muchas cosas. Mientras y, por ahora, seguiré saliendo todos los días de casa sin tener la menor idea de qué está pasando adentro de mi propio cuerpo.
Necesito vaciar mi mente por completo.
4 comentarios:
¿La posta?
Consumir masivas cantidades de azúcar hasta que las neuronas empiecen a pensar en abrir una panadería y dejen de dar vueltas... bastardas...
todo me suena a que te estas por recibir o....a buscar un nuevo laburo,lo que seria muy practico, porq un call center te chupa la vidaaaaaaaaaaaa
jajaja genial e indeciso post.
Pachi: Tus postas siempre son verdaderas postas. Hay que seguir llevándolas a cabo en Starbucks, ¿vos qué pensás?
Luce: ¡Usted la ha pegado!Hay grandes posibilidades de que mi trabajo no pase de fin de mes, así que ando toda dubitativa por eso.. Y sí, los callcenter te absooorben, pero ¡qué bien se gana por pocas horas!
Mau: Sumamente indeciso, como toda yo lo está desde hace unos cuantos días.
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