jueves, 22 de octubre de 2009

Borrame, sacame, eliminame, desapareceme. Escondete, alejate, hacé todo lo que tengas que hacer. Porque sabés que no vas a poder lograrlo, que siempre voy a estar ahí, al menos por ahora. Cada mañana cuando te levantes, cada noche cuando te acuestes, cada segundo en que te intentes distraer. Es tu mente, pero es mía, me pertenece. Así como mi mente te pertenece a vos. No podemos evitarlo, está más allá de lo que podemos manejar, de lo que queremos, de lo que deseamos. Lo que sentimos está ahí, latente, y lo va a seguir estando. Es así. Simplemente es así, y no hay nada que se pueda hacer para cambiarlo.
¿Aceptarás alguna vez que me querés? ¿Aceptarás lo no convencional? Depende de vos, a mí sólo me queda ver desde afuera como luchás contra vos misma. Mente vs. Corazón, deseando con todas mis fuerzas que el resultado de la batalla te lleve a aguas más calmas y te haga feliz. Con o sin mí, pero que seas feliz.

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