Puedo sobrevivir al mundo y la tristeza cuando la gente no está feliz, cuando mis amigos no vienen a contarme que están enamorados y que los corresponden y que su mundo es hermoso y color de rosas. Puedo sonreír cuando eso pasa. Y no es que soy mala y no quiero que la otra persona se sienta de esa manera, no. No es así. Que sea feliz, pero que no me lo cuente, que no lo comparta conmigo porque yo no lo soy. Porque mi felicidad se esfumó de un día para el otro y las oportunidades que tengo de recuperarla son equivalentes a ganar la lotería sin haber jugado. Me encanta que lo sean, sólo que me gustaría que lo fueran lejos de mí. Ver sus caras radiantes me recuerda a la mía hace mucho -pero no tanto- tiempo atrás, me recuerda a lo que perdí (o mejor dicho, a lo que me quitaron).
Tampoco soy una persona amarga, no es que no quiero escucharlos. Sé lo que se siente querer compartirlo con todo el mundo porque yo también quise hacerlo en su momento. Sólo que hay tanto otro mundo con quien pueden compartirlo que, no necesariamente, me incluye a mí.
Así que vayan, vivan su felicidad con el resto del mundo y disfrútenla, que cuando yo sea lo suficientemente resistente como para aguantarlo, voy a unirme a su fiesta. Sólo no por ahora, no mientras me recuerde al pasado, mi felicidad, a sus ojos brillando para mí, a ella.
1 comentario:
Me ha pasado, es horrible sentirse asi, pero son cosas q pasan, el tiempo cura todas las heriiiiiiiiiidaaaaaaaaaaaaaas XD
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