Son esas cosas raras que pasan en la vida. Una noche tus viejos y tus tíos están completamente en pedo, tocando folklore con la guitarra y cantando boludeces, y vos caés en que tenés ganas de abrazar a alguien. Y todo tiene sentido y vuelve a su lugar. Y sabés, perfectamente, que mañana todo va a volver a estar como antes, pero disfrutás de los dos segundos de claridad mental que el abrigo de la noche te brinda.
1 comentario:
soy de tener ese tipo de epifanias. nocturnas por lo gral.
en otros momentos, lo llamaria sueños inconclusos..sueños frustrados..
Publicar un comentario