¿La razón? Finalmente, después de meses y meses, hay alguien que me atrae.
No, no mantuve más de tres o cuatro diálogos con esa persona y, en más de la mitad, la traté como el orto. Así soy yo, me cago solita todas las inventadas fantasías de llegar a "algo" - que no va a ser "algo más" porque yo tampoco quiero y porque esto es, simplemente, una forma que tengo yo de complicarme la vida utópicamente porque me encanta hacerlo-.
No logro entenderlo, no tengo la más pálida idea de por qué, cada vez que me dirige la palabra, de mi boca no puede salir otra cosa que mala onda y como, al mismo tiempo, mi mente está pensando mil formas de evitar partirle la boca. La cosa está difícil, che. Son dos partes de mí alejándome de la idea de que me atraiga y una dejándose llevar. Demasiado complicado, supongo que por eso la rechazo -sumado a otro par de razones de mucho peso-.
Y yo empecé por fisiología y me desvié. Desde la primera vez que la ví, tuve dos reacciones. La primera fue un "¡guau, te parrrrrrto!" - sí, en mi cabeza sonó con muchas erres.- y, la segunda fue ponerme absolutamente toda colorada y empezar a sudar como una condenada a medida que una ola de calor iba subiendo por mis pies, directo hasta mis orejas -¿por qué siempre es con ellas, la cosa?- mientras que, a la vez, pensaba "se me están poniendo rojas las orejas, se va a dar cuenta, ¡se va a dar cuenta!" cuando, a este punto, seguramente la mina debía estar puteándome por dentro por estar hablando con semejante argolluda y pensando que andá a saber quién corno la mandó a saludarme y a hablarme y a pedirme esos apuntes de mierda que para qué carajo los necesita si ya cursó la materia de todas maneras.
Claro, pueden imaginar la situación, hiper sexy: una pendeja que suele ser demasiado pálida, rozando el verde cadáver, poniéndose colorada poco a poco, transpirándose toda y tratándolos con toda la mala onda del mundo.
Todas las de ganar tengo.
Y acá es cuando ruego que jamás se le ocurra entrar a mi flog desde mi facebook porque voy muerta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario