Anymore.

Creo que ha llegado el momento de admitir que este blog se terminó convirtiendo en un patético diario íntimo. De ese estilo de los que solía tener cuando tenía unos diez o doce años y en los que escribía qué había comido, qué canción estaba escuchando mi mamá en la radio en ese momento y hasta el tamaño que tenía la deposición que había dejado en el inodoro veinte minutos antes. La única diferencia es que ahora no empiezo con "Querido Diario Íntimo" ni hablo de chicos pero, básicamente, la esencia es la misma. Es más, haciendo la comparación en mi mente se me vino a la cabeza un: "pero ya no me gusta todos los días alguien distinto, ni escribo todas las semanas sobre personas diferentes". Y, ¿adivinen qué?. No me hizo falta ni ponerme a revisar el blog para darme cuenta de que todas las semanas le dedico un post a alguien distinto, aunque sea en mi mente y ustedes ni cuenta se den. O al menos ahora. Después, como objeción a mi propia refutación se me cruzó la siguiente idea: "bueno, pero no escribo sólo sobre amor, despecho y personas". Y, ¿adivinen qué otra vez?. Todo el fucking blog es sobre personas con las que viví un poquito de mi vida y, casi tres cuartos, desde hace tres años, tiene que ver con sentimientos de despecho (Sólo por si se les cruza por la cabeza, sólo una me dejó -la última, en realidad-. Por el resto elegí despecharme sola). Así que bueno, tuve una regresión tremenda a la infancia que va más allá de haber vuelto a escuchar Bandana, B*Witched y los Backstreet Boys (todas con B de boludaquedeberíaaceptarqueesadultadeunaputavez), se ve. ¿Será un intento de volver  a recuperar un poco la inocencia perdida?.

Les dejo la canción que tengo en mi mente en este momento. La amo y me trae demasiados -buenos- recuerdos:

Ah, btw, me olvidé de decirles. El que dejé hoy en el inodoro era gigante y todavía no tengo idea de qué voy a comer.