Así que, la próxima vez que alguien venga a discutirme algo sobre la despenalización del aborto, por lo menos que haya leído algún libro sobre el tema (o tenga algún conocimiento en embriología) y evite hacer girar todo el debate en la Biblia y la religión. Y lo mismo aplica para cuando debatimos sobre el matrimonio igualitario, ¿sí?
Es increíble lo que la religión, las creencias y los dogmatismos atrasan, la mayoría de la gente que está en contra, ni siquiera sabe por qué lo está.
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