sábado, 18 de febrero de 2012

El poema antiromántico.

Sos la crema de mi Caramel,
la canela de mi Dolce Latte.
sos la leche de mi lágrima.
y la nata de mi leche hervida.


Tus ojos son los de una lechuza en la noche estrellada,
tus mejillas me recuerdan a la cara de la luna.
Tu trasero es como un campo minado;
tu cuerpo, un fluido no Newtoniano.


Sos el grano de mi nariz al que observo constantemente,
el herpes en mis labios, 
las hemorroides de mi culo,
el agujero de mi ano.


Sos el forúnculo gordo imposible de apretar de mi oreja,
la cera de mis oídos.
Sos el tumor en mi cerebro,
el clavo de mi dedo quebrado.


Tus pechos me recuerdan a mi abuela, 
tus ojeras a un cadáver.
Tus pies espantarían a un voyeurista
y tu nariz es más larga que un catalejo. 


Sos la lechuga en mi ensalada,
el carozo de mi aceituna.
Sos el mondongo de mi puchero 
y, por si no se entiende, te quiero.



Este poema es una protesta pública hacia el romanticismo pelotudo. Sepa usted que no me gusta la poesía así que perdóneme si nota que no rima y tiene problemas de consonancia y tema. Y también sepa que no está dedicado a nadie. Estas cosas se le ocurren a una cuando está aburrida y no sabe qué hacer de su vida.

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