El trono ha sido usurpado y, la princesa, destituída. La princesa está sumida en un hechizo, al igual que todo el reino, un embrujo similar al enamoramiento. Ella está feliz, el color ha vuelto al pueblo y las esperanzas de un futuro más brillante han emergido desde que la usurpadora ha llegado. Después de veinticinco años, la familia real se reencuentra y renueva. La nueva heredera se ha hecho presente trayendo consigo la algarabía y su belleza es lo que mantiene a todos bajo ese encantamiento.
Y desde que ese día destinado llegó, yo, desde siempre llamada "la princesa", cedo mi lugar a la nueva sangre nacida y autentifico el pase de título nobiliario familiar.
El viernes nació mi sobrina, Catarina y es la cosita más hermosa que pueden llegar a imaginar.
3 comentarios:
Con mi hermanito quede en segundo lugar jaja. Saludos
AAWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW...
Felicitaciones.
A mi me sacaron todos mis títulos hace rato. No me importo, pero no los cedí. :P
¡Gracias! A mí no. =P Soy la mujer más chica de la familia y tengo veinticinco años. =P Se tomó su tiempito en llegar, eh. xD
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