miércoles, 11 de abril de 2012

Conclusión.

Hoy tengo ganas de vomitar palabras. Sí, vomitarlas, así, como salen. Ácidas, no lo creo. Llenas de dolor y bronca, más bien. Sí, así tal vez sí. Es mejor que salgan así y evitarse una úlcera después por estar reteniéndolas adentro.
Ciertamente, no soy la persona a la que más veces le causaron un dolor. Ciertamente, tampoco soy la persona que sufrió más dolores y, tal vez, a alguien que está pasando por algo más groso lo mío le suene a pelotudez. A mí no. A mí me duele y escribo el presente post llorando.
Hace unos días, la que todavía es mi novia -aunque no sé hasta cuando- me dijo que no sabía si me amaba. Sí, así de duro y como se lee. La persona con la que estás hace más de un año te dice que está dudando de sus sentimientos. La realidad es que dos o tres días fueron suficientes para que ese nuevo estatus pasara a un "no te amo" definitivo. Y duele, saber algo así, duele y mucho.
Pese a haber llegado a esa nueva conclusión, decidimos tratar de seguir las cosas. Tratar de mejorarlas. Volver a encontrar ese punto en el cual nos llevabamos bien, hace ya tanto tiempo. Tal vez la cosa no se fue de verdad y es sólo una ilusión y, sólo lo parece porque la relación se está desgastando. Muchas peleas de por medio, muchas diferencias de conceptos. Muchos "yo hice pero vos no" de ambas partes. Muchos caminos sin salida. Muchos enojos que no se van nunca, muchos enojos que explotan en segundos. Muy poca paciencia.
Acabamos de pelearnos nuevamente. Ella dijo algo que me dolió, yo hice una pregunta y me la autorespondí, ella se enojó por hacerlo, yo también me enojé y ahí se termina la cosa. A dormir, a dormir. A dormir las pelotas. A llorar. A escribir para descargarse. A tomar decisiones, a hacerse a la puta idea de que las tengo que tomar y a sostenerlas, carajo. A tener huevos. A dejar de arrepentirse siempre dos segundos antes de decirlo. A asumir que la mina ya no te ama y que no tenés la más puta idea de por qué, entonces, quiere seguir. A asumir que ella quiere seguir sólo porque vos querés seguir. A darte cuenta de que ya pasaste por esto, de que podés volver a hacerlo. A hacerle entender al que late que otra vez le volvió a pasar lo mismo y que es una mierda pero así es la vida. Que otra vez lo patearon pero que sabe que puede levantarse de nuevo. A darte cuenta de que repetiste el pasado con una persona distinta y a aprender de ello. A, eventualmente, seguir probando.
A hacerse cargo de las cosas. A hacerse cargo de la vida. A hacerse cargo. Y no importa si esta vez el extrañamiento viene por dos, va a ser extrañamiento al fin. Y, si resultó que otra vez me quedé con la mitad de los sueños desgarrados, será cosa de tirarlos y armar nuevos. Propios. Sólo mios.
Será cosa de decirle adiós a la amiga, al amor, a la pareja. Despedirse y seguir. Gracias por el tiempo compartido, gracias por los minutos, por los besos, los abrazos, gracias por las lecciones aprendidas. Gracias por todo y a seguir. Una vez más, a seguir.


Y sé la consecuencia que le sigue a esto. La pregunta es si mañana voy a estar lista para afrontarla.

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Este post fue escrito anoche con muchas cosas por hablar y sin comprender. Hoy es distinto. Pero hoy es definitivo y, hasta que pueda procesarlo, no voy a escribir nada al respecto.

2 comentarios:

Hayward dijo...

Querida exploradora: entiendo perfectamente tu situación, te acompaño a la distancia y te doy todas las fuerzas que necesites para empezar de nuevo. Te mando un abrazo muy fuerte. Si querés podés pasar a leerme por mi blog:
http://enderecemoslanave.blogspot.
com

Loohan dijo...

Gracias, Hayward. Esos comentarios ayudan a aliviar un poco la tristeza de haber perdido a alguien.
Ya pasé por tu blog, leí un poco y lo puse en mis recomendados. La verdad es que no soy de firmar otros blogs aunque pase a leerlos de vez en cuando.

Un besote. ^^