lunes, 16 de abril de 2012

Del caballo al suelo y del suelo al caballo.

Es así, es un pasito a paso, ¿viste? Hoy es así, mañana es de otra manera y la cosa va avanzando. Primero te arrastrás, después gateás, después lográs pararte en dos piernas, intentás dar un paso, te caés, te volvés a levantar, intentas de nuevo y así. Avanzas poquito y despacio pero avanzás. Y ni siquiera sabés a dónde vas pero, seamos honestos, ¿realmente saben todos a dónde van?¿realmente hay alguien que sepa a dónde va?
Adelante, dice Mafalda. Ella quiere ir adelante. Pero nadie sabe a dónde está adelante. Hay muchos adelantes porque hay muchas realidades. Entonces, tendremos que probar varias realidades, varios adelantes. Intentaste algo que se salió de tus estándares. Algo que escapaba por completo a tus estructuras. Fallaste. Está bien, por lo menos lo intentaste, por lo menos saliste del cuadrado en el que te moviste toda tu vida. Tropezaste, pero nadie puede decir que no aprendiste. Nadie puede decir que no saliste de tu zona de comodidad y, como consecuencia, experimentaste nuevas situaciones que jamás te habrían pasado de no haber intentado algo distinto. Te volviste a arriesgar, incluso después de haber caído muy bajo. Incluso teniendo consciencia de a qué te podías llegar a enfrentar.
Y, es así, pasito a paso. Sólo paciencia, tiempo. Como la última vez, ¿te acordás? Sé que fue hace mucho, pero sabés de qué hablo, lo sabés. Entonces, relajate, todo se va a arreglar, ya vendrán días mejores y esto sólo va a ser aquello que te ayudó a aprender qué querés y que no querés para tu vida. Y a aprender que, incluso alguien muy distinto a vos, puede lograr eso que casi nadie puede: que lo ames. Así que tranquila, encontrate a vos misma de nuevo, reconstruite, levantate y ya podrás volver a caminar. Ya lo hiciste antes, lo podés volver a hacer.

1 comentario:

Adriana Chaparro dijo...

Te quiero amiga y te RE BANCO!!!