miércoles, 18 de abril de 2012

Opciones.

Puede sonar injusto pero es la realidad, llega un momento de nuestras vidas en que lo que necesitamos no se corresponde con aquello que la otra persona tiene para ofrecernos. Y no es culpa de nadie y no hay responsables, simplemente hay necesidades desencontradas. Personas desencontradas en etapas de la vida desencontradas. Y, por mucho que haya un tire y afloje, algunas veces no se llega a un acuerdo y se elige la separación. Una separación casi estratégica, podría decirse. Una separación cuyo fin último es el de ayudar a las dos personas a satisfacer sus necesidades individualmente.
Algunas veces puede pasar que, llegado el momento en que eso suceda, las dos personas se reencuentran y puedan seguir con aquello a lo que le pusieron un alto. Un alto momentáneo, tendría que decirse (y que realmente espero y deseo que sea mi caso). Otras veces, y la mayoría, las personas piensan que se apartan momentáneamente, o así lo desean, y los caminos de la vida los van arrastrando por rumbos cada vez más distantes.
Es imposible saber de antemano cuál de estas circunstancias es la que va a aplicar a una relación que acaba de cortarse, por supuesto. Pero no por eso no puedo anhelar el final que más me gustaría de ellos. Porque claro, si yo hubiera tenido que elegir algo, habría sido seguir remándola a pesar de todo, costara lo que costara, con ella al lado. Pero, por suerte (y no por desgracia, porque soy insportable), no estaba en una relación conmigo misma y la opinión de la otra persona pesaba tanto como la mía. Y entre su punto de vista y el mío hay, por supuesto, leguas de distancia. Siempre las hubo, de hecho. Y por eso, estar en una relación, implicó muchos sacrificios de ambas partes para entender todo tipo de temas. Y este tema en especial, debo decir. O no. Porque estoy tan confundida y hay tantos conceptos sobre la mesa que he llegado a marearme.
La realidad es esta, por ahora. Ahora sólo queda esperar a ver cuál de esos dos rumbos toma esta decisión. Y ustedes y ella, y yo, sabemos por cuál quiero que vaya. Ahora hay que ver qué deseos hay del otro lado también.

2 comentarios:

Hayward dijo...

hola exploradora!es una muy valiente decisión la de "hacer un alto". Es verdad, hay dos rumbos, nosotras hicimos 2 "altos" en nuestra ralación, y una cosa que nos ayudó, fué perder el contacto absoluto, la una de la otra. Pero había una consigna en nuestra mente, y era, NO iba a haber otra mujer. Sólo reflexionar y realizar, si se quiere, por llamarlo de alguna manera, lo que laboral y personalmente teníamos pendiente. En la distancia, es cuando empezás a ver lo que esa persona te da, si te sirve realmente esa relación, que faltó, que sobró, etc etc. Pero una cosa es segura; averiguás de verdad, si ese amor es lo suficientemente fuerte. Es una apuesta altísima, pero vale la pena. Un abrazo! Y toda la suerte del mundo, ojalá y este bache, no sea nada más que un recuerdo, y ustedes puedan recordarlo una y otra vez, estando juntas.

Loohan dijo...

En el caso de ahora ella quiere estar con otras personas, así que esa parte no va a poder ser. Sólo depende de como cada una transita su camino y ver si se vuelven a encontrar nuevamente. Es tiempo, sólo eso. Y un poco de reflexión.

¡Un besote!