viernes, 4 de mayo de 2012

Sonrisa viajera.

Hoy me sonreí en el colectivo. Y me sonreí por mis propios pensamientos. ¿Vieron cuando de repente los asalta un recuerdo y, de la nada, los hace reír? Bueno, así. Era algo en lo que no pensaba hace mucho tiempo y, tal vez, vino a mi mente por la similitud de las circunstancias actuales. Las del día de hoy, por lo menos.
Fue hace mucho tiempo ya, pero fue divertido que volviera. Estaba charlando acostada en mi cama con una chica que me gustaba muchísimo en ese momento. No había pasado nada y habíamos prometido que, por razones que no vienen al caso, no iban a pasar tampoco. Yo me moría por besarla pero no lo hacía por el trato que habíamos hecho. Generalmente, si hago una promesa, intento cumplirla lo más que puedo, siempre fue así. Me acuerdo que habíamos visto una película y yo estaba comentándole no sé que boludez, hablando sin parar; algo que siempre que tengo ganas de hacer algo que no debo, suelo hacer. Y recuerdo que me sorprendió lo que hizo, porque no lo esperaba en lo absoluto. Mientras yo estaba en el medio de mi monólogo de pelotudeces ella me calló con un beso. De la nada. Supongo que no era yo la única que tenía extremas ganas de besarla en ese momento, ¿no?
Cuando recordé eso, en el colectivo, fue que me sonreí. Hoy viene a mi casa una persona que me gusta mucho, alguien a quien sé que voy a querer besar pero que no sé si será pertinente hacerlo. Y supongo que fue esta situación la que trajo el recuerdo nuevamente a mi memoria. No lo sé.

2 comentarios:

Guillermo Altayrac dijo...

¡Qué lindo que le tapen a un@ la boca de un beso, así sorpresivamente!

Loohan dijo...

Es una de las mejores cosas que tiene estar conociendo a alguien: ése tipo de sorpresas.

¡Beso!