Yo creo, Loohan (me fui a buscar tu mail para mandarte esto, pero no ta) que el arte de dar vuelta la página se aprende eventualmente. A los golpes, sí, claro. Será que yo me golpee bastante, andá a saber, pero la cosa es que también es sano darla vuelta, dejar seguir, soltar y ver qué sucede con eso. Que sucede y qué nos sucede. Porque soltar, Loohan, es la clave de todo. Hay que ser todo palmas. Y cuando no nos quieren, no nos quieren y no hay más vueltas que darle. Desconfío del amor cuando no es correspondido, sabés? No creo en él. Bastante me cuesta creer en él en la correspondencia, menos cuando es sólo una quien ama porque ¿de qué manera se sostiene? No respondas, respondo yo: de ninguna. No se sostiene, no se alimenta, no hay feedback. Soltar es de las mejores cosas que podemos hacer. Libera, Loohan. Abrí las manos, haceme caso, guardá lo lindo y dejá ir lo no tan lindo. Quedate con lo mejor, pero el resto, el resto se tiene que ir. El recuerdo tiene que ser siempre con una sonrisa "me dio esto y es un montón y es bello". Eso es lo que tiene que permanecer, nada más (y nada menos). Pensaba en esto mientras te leía y en muchas otras cosas más. Besos.
Hayward: Creo que tenés razón. Nunca mejor dicho. ¡Un beso!
Gabriela: Gracias por lo escrito, me es muy útil. Me di cuenta de algo, de que, si bien ella me quiere (porque sé que lo hace), el hecho de haber decidido no hablarnos más y no tener más contacto hace que, de alguna manera, me haya quedado queriendo sola. No porque ella no me quiera sino porque ella ya no está. Y si no está, es como vos decís, no hay quién sostenga la correspondencia del amor. Dejar ir es mucho más difícil de lo que una piensa. Llega un punto en el cual una no sabe si se está aferrando a la persona, a los sueños que tenía con ella o a ambos. De todas maneras, cada vez que pasa, me va resultando un poco más fácil. Creo que, poco a poco, voy dejándola ir. Sé que es cuestión de tiempo, simplemente y que, cada día, tengo una pequeña evolución. De todas maneras, voy a intentar seguir tu consejo. Muchas gracias, de verdad.
Y, por cierto, agregué mi email a mi perfil así ya cualquiera que quiera puede escribirme.
Dejar ir es de lo más difícil de todo, Loohan, que no le quepa duda. Yo creo que cuando una se aferra así (al menos digo lo que me ha pasado), cuando una se aferra a quién ha decidido irse, se queda agarradita a lo que no fue, a los proyectos si estuvieron, a la pura fantasía, bah, porque es la única cosa que nos queda, vio? El vuelo. El puro vuelo. Y será necesario, póngale, pero también es horrible, porque no hace más que recordarnos que la otra parte de esos sueños no está. Es cuestión de tiempo, claro que sí, sólo trate de no hacerse trampa y suelte. Es una mierda, ya sé, no me lo diga. ¡Lo que me ha costado a mí abrir las palmas! (y a veces no las abrí nada y el otro se encargó de abrírmelas a la fuerza, y no sé qué es peor). ¿Ya está su mail? Genial, la próxima no le hago el testamento por estos lares, si me lo permite. Besos!
Un sueño solamente: Hay que dejar de esperar, de todos. Esperá únicamente de vos misma que sos la única que puede darse cosas a sí misma. Y nada es demasiado obvio en este pequeño mundo de las maravillas, niña.
Gabriela: Sí, vuelo es lo que queda, eso es cierto. Y creo que me las están abriendo de prepo pero sigo aferrándome a aquello que todavía quedaba: los sueños. Eso es lo que tengo que dejar ir, al menos ya lo identifico, lo cual es un paso. Gracias. =)
8 comentarios:
El arte de aprender a dar vuelta la página parece no ser fácil, no?
Nunca lo fue, a decir verdad. Cada vez que pasa hay que aprenderlo de nuevo.
Lo mejor es que el amor se te vaya. Porque es liberador no sufrir por el regreso de alguien. Beso!
Yo creo, Loohan (me fui a buscar tu mail para mandarte esto, pero no ta) que el arte de dar vuelta la página se aprende eventualmente. A los golpes, sí, claro. Será que yo me golpee bastante, andá a saber, pero la cosa es que también es sano darla vuelta, dejar seguir, soltar y ver qué sucede con eso. Que sucede y qué nos sucede.
Porque soltar, Loohan, es la clave de todo. Hay que ser todo palmas.
Y cuando no nos quieren, no nos quieren y no hay más vueltas que darle.
Desconfío del amor cuando no es correspondido, sabés? No creo en él. Bastante me cuesta creer en él en la correspondencia, menos cuando es sólo una quien ama porque ¿de qué manera se sostiene? No respondas, respondo yo: de ninguna. No se sostiene, no se alimenta, no hay feedback.
Soltar es de las mejores cosas que podemos hacer. Libera, Loohan. Abrí las manos, haceme caso, guardá lo lindo y dejá ir lo no tan lindo. Quedate con lo mejor, pero el resto, el resto se tiene que ir.
El recuerdo tiene que ser siempre con una sonrisa "me dio esto y es un montón y es bello". Eso es lo que tiene que permanecer, nada más (y nada menos).
Pensaba en esto mientras te leía y en muchas otras cosas más.
Besos.
Hayward: Creo que tenés razón. Nunca mejor dicho. ¡Un beso!
Gabriela: Gracias por lo escrito, me es muy útil. Me di cuenta de algo, de que, si bien ella me quiere (porque sé que lo hace), el hecho de haber decidido no hablarnos más y no tener más contacto hace que, de alguna manera, me haya quedado queriendo sola. No porque ella no me quiera sino porque ella ya no está. Y si no está, es como vos decís, no hay quién sostenga la correspondencia del amor.
Dejar ir es mucho más difícil de lo que una piensa. Llega un punto en el cual una no sabe si se está aferrando a la persona, a los sueños que tenía con ella o a ambos. De todas maneras, cada vez que pasa, me va resultando un poco más fácil. Creo que, poco a poco, voy dejándola ir. Sé que es cuestión de tiempo, simplemente y que, cada día, tengo una pequeña evolución. De todas maneras, voy a intentar seguir tu consejo. Muchas gracias, de verdad.
Y, por cierto, agregué mi email a mi perfil así ya cualquiera que quiera puede escribirme.
¡Un besote!
yo espero lo mismo.de el obvio :/
Dejar ir es de lo más difícil de todo, Loohan, que no le quepa duda.
Yo creo que cuando una se aferra así (al menos digo lo que me ha pasado), cuando una se aferra a quién ha decidido irse, se queda agarradita a lo que no fue, a los proyectos si estuvieron, a la pura fantasía, bah, porque es la única cosa que nos queda, vio? El vuelo. El puro vuelo. Y será necesario, póngale, pero también es horrible, porque no hace más que recordarnos que la otra parte de esos sueños no está.
Es cuestión de tiempo, claro que sí, sólo trate de no hacerse trampa y suelte. Es una mierda, ya sé, no me lo diga. ¡Lo que me ha costado a mí abrir las palmas! (y a veces no las abrí nada y el otro se encargó de abrírmelas a la fuerza, y no sé qué es peor).
¿Ya está su mail? Genial, la próxima no le hago el testamento por estos lares, si me lo permite.
Besos!
Un sueño solamente: Hay que dejar de esperar, de todos. Esperá únicamente de vos misma que sos la única que puede darse cosas a sí misma.
Y nada es demasiado obvio en este pequeño mundo de las maravillas, niña.
Gabriela: Sí, vuelo es lo que queda, eso es cierto. Y creo que me las están abriendo de prepo pero sigo aferrándome a aquello que todavía quedaba: los sueños. Eso es lo que tengo que dejar ir, al menos ya lo identifico, lo cual es un paso.
Gracias. =)
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