jueves, 13 de enero de 2011

La gran pregunta.

"Pero ¿era amor? La sensación de que quería morir junto a ella era evidentemente desproporcionada: ¡era la segunda vez que la veía en la vida! ¿No se trataba más bien de la histeria de un hombre que en lo más profundo de su alma ha tomado conciencia de su incapacidad de amar y que por eso mismo empieza a fingir amor ante si mismo? ¡y su subconsciente era tan cobarde que había elegido para esa comedia precisamente a una pobre camarera de una ciudad perdida, que no tenía prácticamente la menor posibilidad de entrar a formar parte de su vida!
Miraba a través del patio la sucia pared y se daba cuenta de que no sabía si se trataba de histeria o de amor. Y le dio pena que en una situación como aquélla, en la que un hombre de verdad sería capaz de tomar inmediatamente una decisión, él dudase, privando así de su significado al momento más hermoso que había vivido jamás (estaba arrodillado junto a su cama y pensaba que no podía sobrevivir a su muerte).
Se enfadó consigo mismo, pero luego se le ocurrió que en realidad era bastante natural que no supiera qué quería:
El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla con sus vidas posteriores.
¿Es mejor estar con Teresa o quedarse solo?
No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.
'Einmal ist keinmal', repite Tomás para sí el proverbio alemán. Lo que ocurre una vez es como si no ocurriera nunca. Si el hombre sólo puede vivir una vida es como si no viviera en lo absoluto."



La insoportable levedad del ser, Milan Kundera.

3 comentarios:

-eme- dijo...

hermoso hermoso hermoso libro!!!! lo terminé de leer hace poquito.
ahora voy por "la ignorancia", mismo autor.

Los retratos de Dorian dijo...

Por eso tomo el lápiz, esperando a que mis trazos boceten una vida de ensueño.

Merie dijo...

Muy bueno! Me dieron ganas de leerlo XD