Miraba a través del patio la sucia pared y se daba cuenta de que no sabía si se trataba de histeria o de amor. Y le dio pena que en una situación como aquélla, en la que un hombre de verdad sería capaz de tomar inmediatamente una decisión, él dudase, privando así de su significado al momento más hermoso que había vivido jamás (estaba arrodillado junto a su cama y pensaba que no podía sobrevivir a su muerte).
Se enfadó consigo mismo, pero luego se le ocurrió que en realidad era bastante natural que no supiera qué quería:
El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla con sus vidas posteriores.
¿Es mejor estar con Teresa o quedarse solo?
No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.
La insoportable levedad del ser, Milan Kundera.
3 comentarios:
hermoso hermoso hermoso libro!!!! lo terminé de leer hace poquito.
ahora voy por "la ignorancia", mismo autor.
Por eso tomo el lápiz, esperando a que mis trazos boceten una vida de ensueño.
Muy bueno! Me dieron ganas de leerlo XD
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