Vacaciones. Por fin esas amadas, deseadas, anheladas, esperadas, ansiadas, preciadas, adoradas, codiciadas, pretendidas, queridas, veneradas, idolatradas vacaciones. No, para nada, no estaba pendiente de ellas y tampoco veía la hora de tenerlas, casi como que esto no es ironía. Casi casi. Y ahora a disfrutar de mis primeras horas de alpedismo. ¡Dos semanitas de felicidad!
Y no, no tengo nada más interesante que decir, nada hoy es más importante que las vacas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario