jueves, 6 de octubre de 2011

Agua que cae el cielo.

Hay lluvias y lluvias. Estoy empapada y, esta vez, no me quejo. Esta lluvia me sirvió para limpiar muchos malos sentimientos y pensamientos que tenía encima. Esta es una de esas lluvias que no maldigo, si no que agradezco. Sí, todavía estoy empapada. Llegué y abrí el blog porque tengo el corazón que desborda, tengo todo mi yo que desborda. Cosas que se dan cuando te pasás dos horas arriba de un 152 escuchando música y mirando por la ventana cómo las gotas caen, la gente corre y huye y vos decidís que necesitás estar empapada de pies a cabeza para recordarte que estás viva. No, me corrijo, no es para recordarme que estoy viva, es para recordar las cosas buenas de estar viva porque estoy demasiado cegada por las cosas malas.
Y ahí es cuando dejás todo caer. Cuando lo malo desaparece, cuando el agua te limpia, te renueva. Sí, hay cosas malas. Y sí, hay cosas que detesto y me duelen. Pero las buenas valen tanto la pena que no tengo que dejar que las malas las eclipsen. Esa lluvia acaba de dejar ir tanto que no podía sacar de mi cuerpo de otra manera. Acabo de bajar tantas barreras con una simple caminata abajo de ella. Y pensar que venía intentando hacer eso desde hace una semana y sólo necesitaba esto para lograrlo.


Y ahora me voy a dar una ducha, porque me sentiré muy libre estando completamente mojada, pero tampoco es cuestión de agarrarse una gripe por lograr, finalmente, sentirme en paz con el mundo y conmigo misma.

3 comentarios:

Cookie / Cat dijo...

Hay lluvias que limpian, refrescan y renuevan. :)

A mí tambiéb me pasa eso de desbordar a veces y volcarme al blog. Escribo muchas cosas que no publico.

A veces entro a releer otras veces que me sentí igual.

La magia de las palabras en un día de lluvia...

Loohan dijo...

Cat: Eso de volcarme al blog cuando desbordo es bastante común para mí, de hecho, así empezó este blog: siendo privado y escribiendo para mí misma.
Y sí, también tengo la costumbre de releerlo de vez en cuando. A veces es bueno recordar cuánto aprendimos, ¿no?


Los días de lluvia son muy reflexivos..

Cookie / Cat dijo...

Totalmente! :)