jueves, 15 de marzo de 2012

Círculo vicioso.

El sábado tuve que resignarme y me fui a comprar ropa. No es algo que no sepa el hecho de que engordé bastante. Estoy tratando de bajar de peso pero mi propio estado de ánimo, la ausencia de ofertas de trabajo y la contínua fuga de capital me incitan bastante a comer ilimitadamente. La cuestión es que tampoco fue nuevo el entrar y ver que no había talles como para mí a pesar de no estar tan gorda. Puede decirse que soy rellenita. Pero parece que, si tenés talles mayores al 44 en pantalones, no podés usar tiro bajo, lo tenés prohibido. Es a partir de tiro medio o nada. Aunque incluso vos quieras que los pocos rollos que tenés dancen en el aire, no podés porque no te dejan las casas de ropa. Tenemos que salvaguardar los ojos de todos los caminantes que pasan cerca nuestro y nos miran, por supuesto.
Así que, ése sábado, terminé por danzar dentro de un círculo vicioso. Pedí un pantalón tiro bajo. Como no me entraba, me deprimí. Como necesitaba pantalones igual, pedí un tiro medio. Y como estaba deprimida me lo terminé comprando a pesar de que me gustan más los del otro estilo. Y, bue, qué se le va a hacer, así funciona el consumismo. Lo bueno está en que salí de ahí y, a pesar de tener todas las ganas de clavarme un helado, no lo hice. Pero llegué a casa y me bajé los brownies que quedaban, eso sí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy ceci :) Me ha pasado, y cuando tenia 12 años. A nuestra edad te das cuenta q no es culpa nuestra sino que hay poca oferta. Pero a los 12 años NO y pase muchos años sin usar jeans por ese motivo :(

Loohan dijo...

Ceci: ¡Gracias por pasar! Y es verdad eso que decís, me pregunto por dónde andará esa ley de talles que estaba dando vueltas hace unos años.

Gabriela Aguirre dijo...

Indignada, sí, dan ganas de poner una molotov en todos esos lugares, no?
Si usted se anima, yo le hago la segunda.