Ir caminando por tu casa, bañarte, acariciar a tu gato conversando en tu cabeza, argumentándote, discutiéndote, diciéndote. Mandando a la mierda a gente que siempre quisiste mandar a la mierda pero nunca tuviste los huevos para hacerlo. O con la que siempre quisiste hablar pero que nunca te dieron el pie para eso tampoco. Considero esa una forma de descargar todo aquello que quiero plantear pero nunca tuve la oportunidad, una forma de dejar ir.
Y yo le hablo y ella me contesta en mi cabeza y yo soy feliz con eso y a ella le chupa un huevo porque yo nunca le dije nada pero no me importa, porque esa fue siempre mi forma de deshacerme de ella.
Y después yo te hablo a vos y te digo que quiero intentarlo a pesar de que esté un poco herida porque tenés ese algo que me hace falta y que me gusta, porque me siento cómoda y, a pesar de que tengo miedo, puedo dar pasos cortitos simplemente porque sé que vas a respetarme y bancarte todos los rayes que tengo porque me conociste sabiendo de ellos y decidiste meterte en este bardo igual, sumado a otras cosas más. Pero, en serio, ¿estás segura de eso?. Y acá viene lo mejor de todo, y es que no hace falta que vos me respondas en mi cabeza, porque ya te tengo acá para hacerlo.
Y así es como ya no tiene sentido que le hable más a mi propia cabeza de mi pasado porque esta vez estoy tratando de vivir y disfrutar mi presente y, aunque a veces me cueste un poco, de encarar para mi futuro con algo más de alegría y sin miedo.
Y esta es mi manera de hacer un post mediocre porque no sé exactamente qué decir. Por que no sé escribir si no tengo algún que otro problema.
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